Este trabajo examina cómo el confinamiento por la pandemia afectó los patrones de consumo de tabaco, alcohol y cannabis, destacando factores como el estrés y la adaptación al aislamiento. A través de un análisis detallado, se identifican factores que influyeron en el incremento del uso de estas sustancias.
Introducción. Las drogas producen importantes consecuencias negativas en las sociedades. La prevalencia de su consumo sigue aumentando debido a que existen diversos motivos que acercan a las personas a consumirlas.
Objetivo. Identificar las diferencias en la frecuencia y cantidad del consumo de tabaco, alcohol y cannabis durante y después del confinamiento por la pandemia de COVID-19; así como la influencia del confinamiento en los motivos y los riesgos de desarrollar un consumo problemático.
Metodología. Estudio transversal analítico con muestreo no probabilístico en dos momentos. Participaron 520 jóvenes:246 estudiantes de bachillerato y universidad en el año 2020, durante el confinamiento y 274, en 2022. Se evaluaron datos sociodemográficos, motivos de consumo y consumo problemático.
Resultados. El consumo de cannabis durante el confinamiento (41,1 %) fue mayor que en el posconfinamiento (29,6 %; p 0,006). Hubo diferencias entre los grupos de consumo problemático de tabaco durante el confinamiento y los motivos sociales (W 8,178, p 0,017) y de afrontamiento (W 26,456, p < 0,001); también, entre los grupos de consumo problemático de alcohol y los motivos sociales (W 6865,5, p < 0,001); de animación (W 6768,0, p < 0,001); de afrontamiento (W 6176,0, p = 0,002) y de expansión (W 6774,0, p < 0,001). Entre los motivos del consumo problemático de cannabis se destacan los sociales (W 6,404, p 0,041); de animación (W 9,409, p 0,009); de afrontamiento (W 9,265, p 0,010) y de expansión (W 27,692, p < 0,001).
Conclusión. El confinamiento incrementó el riesgo de consumir tabaco y cannabis. Los motivos de consumo también aumentaron, excepto las asociadas al consumo de alcohol en universitarios. El consumo problemático de tabaco estuvo motivado por necesidades sociales y de afrontamiento; el de alcohol y cannabis, por necesidades sociales, de animación, de afrontamiento y de expansión.