La reducción de daños engloba intervenciones, programas y políticas que pretenden reducir los perjuicios sanitarios, sociales y económicos del consumo de drogas para las personas, las comunidades y las sociedades. Concebimos la reducción de daños como una «intervención combinada», formada por un paquete de intervenciones adaptadas al contexto y las necesidades locales, que hacen hincapié en la reducción de los daños derivados del consumo de drogas. Tomamos nota del mayor potencial de impacto derivado de la realización de múltiples intervenciones de reducción de daños en combinación, y a escala suficiente, especialmente la distribución de agujas y jeringuillas en combinación con programas de tratamiento de sustitución de opiáceos. Observamos que la reducción de daños es una manifestación de los principales enfoques de salud pública respaldados en todo el mundo por las Naciones Unidas y en la estrategia y los planes de acción de la UE en materia de drogas, y constituye un elemento integral de la política de drogas en la mayor parte de la región europea. Sin embargo, existen pruebas que vinculan los daños causados por las drogas con las políticas que hacen hincapié en la aplicación estricta de la ley contra los consumidores de drogas, una consecuencia no deseada de las convenciones internacionales de control de drogas. El continuo de «intervenciones combinadas» disponibles para la reducción de daños abarca, por tanto, desde el tratamiento de la drogodependencia hasta la reforma política o jurídica y la eliminación de barreras estructurales para proteger los derechos de todos a la salud. Terminamos presentando esta monografía, que pretende reflexionar sobre dos décadas de pruebas científicas relativas a los enfoques de reducción de daños en Europa y fuera de ella.